Que haya modas literarias es algo inevitable: durante una época, un autor, una obra o todo un género literario se alzaban en boga y el público posible los leía, ya fuera por genuino interés, para comprobar si es para tanto la cosa o, para unirse a lo que hoy llamamos postureo, ya que si no leemos el libro del que todo el mundo habla, no estamos en la onda. Y pasa muy a menudo.
En estos cuatro años que llevo escribiendo (lo más en serio que podamos decir) en blogs, he notado una predilección hacia la literatura juvenil, que lleva a esperar como agua de mayo las últimas publicaciones, tanto nacionales como internacionales y consagrar en un pedestal a los autores y editoriales enfocadas al género. Antes de que saltéis en estampida a asesinarme (que os veo venir desde muy lejos), conste que no critico esta actitud, es algo muy normal que uno espere con ansia un libro que esté interesado en leer, ya sea el género que sea. A mi también me sucede, no con la publicación inminente del último juvenil de turno, pero sí con otros que llevo tiempo esperando que suceda, por ejemplo, con los últimos de Ildefonso Falcones y con el que va a publicar Ruiz Zafón en unos meses. Y estoy esperando a que Ken Follett y Camilla Läckberg acaben los libros que están escribiendo en estos momentos, cuya publicación veo un poco (bastante) lejana. Yo también tengo mis ansias vivas de leer algo de los autores que más me gustan.
Pero, ¿a qué viene todo esto?, hace unas semanas alguien comentaba en YouTube que nadie leía libros como El Quijote por ausencia de contexto actual (podéis leer el debate en las
capturas adjuntas) y que lo que hablaban los booktubers era lo que la gente más lee ahora. En resumen, la literatura juvenil es el género que todos leemos y los clásicos están más bien desfasados y no merecería ni la pena leer. Así que demos por concluido este debate y leamos todos literatura juvenil a discreción, que la demás, ya no tiene caso de leer.
Pero si no estáis de acuerdo con lo que dice (cualquier persona abierta a géneros no lo estará), sigamos debatiendo. Por lo que deduzco de los comentarios, esa persona apenas ha leído libros en su vida y ha empezado a leer y sus referencias mayoritarias (pese a que tiene algún libro clásico en su haber) son las novelas juveniles que anuncian a bombo y platillo los booktubers. Si una cosa hay que agradecer a los booktubers es que hayan conseguido público lector a través de YouTube, donde mucha gente prefiere ver otras cosas antes que leer. Y si ven a alguien hablando de libros, como viene de YouTube, pues igual está bien. Y así empiezan muchos hoy en día a leer. Pero si sólo se enfoca en un género y se acaba menospreciando a otros, la cosa puede acabar no precisamente bien. Y la literatura juvenil es la que está de moda y la gente es lo que más lee. Si fuera por ejemplo la moda de la literatura negra, la cosa me imagino que sería similar, ergo, el monopolio que existe sobre la literatura juvenil en emisor y receptor (bloggers/booktubers a su público) acaba perjudicando en este caso al resto de géneros. principalmente a la literatura clásica.
La literatura clásica en mi opinión no sólo resulta esencial de leer porque es literatura y hay libros que al menos habría que leer una vez en la vida, sino que a través de esos "contextos pasados, fuera del tiempo actual" (usando más o menos la terminología de las capturas), uno puede conocer aspectos sociales y culturales de la época en la cual se escenifica un libro. Y no sólo eso, uno gana la experiencia de haber llegado a un libro que igual puede convertirse en su favorito y puede además añadir y conocer un vocabulario que en la literatura actual no se contempla y al leer otros libros. conociéndolos ya, las lecturas son cada vez más ligeras y comprensibles. No se trata sólo del postureo de leer a los autores clásicos de moda, como sucede por ejemplo con Jane Austen, que no me negaréis que muchos que leen juvenil, satisfacen su carrera lectora clásica con Jane Austen y muy poco más. De hecho, en el "laureadísimo"
Besos entre Líneas, sólo se hacen apenas un par de referencias a autores denominados clásicos, siendo Jane Austen una de ellas.
Y conste que yo no desprecio la literatura juvenil: de hecho he encontrado libros
que sí me han gustado y guardo recuerdos muy positivos. Hasta entiendo (y defiendo) que la gente pueda leer lo que le salga de las narices, pero si hay algo que me cuesta entender es el cerramiento masivo que parece haber entre un género concreto y la gente prefiera acurrucarse en esa zona de confort y no animarse a leer otros géneros. Y yo no sólo leo histórica, también leo sagas familiares, negra, incluso no le hago ascos a la erótica y la juvenil. Para mi lo importante es que el argumento me llame. Que ya me guste o no es otra cosa. Y sea cual sea el género. Uno puede tener su género favorito, de eso no hay duda, pero entiendo que hay vida más allá de un género determinado.
Así que a aquellos que se cierren a un género, sea juvenil, negro, histórico e incluso clásico, os animo a que nadie se estanque en un mismo sitio y se atreva a descrubir otras cosas. No se trata de creerse más que nadie, pero diversificando más la lectura, uno puede descubrir otras cosas. Más vale tarde que nunca. Y ningún género es menos que otro, cada uno tiene sus cosas buenas y malas.
Y, por último, si váis a comentar, me gustaría que me dijérais cuál es vuestro género favorito y qué libros recomendaríais y qué opináis. Sé que no todos pensáis igual que yo y me gustaría conocer vuestra opinión.