A mi de siempre me ha gustado leer. Desde que tengo uso de razón, me recuerdo cogiendo cualquier cosa (libro o revista) y ponerme a leerlo. Tal vez fuera porque nunca he tenido muchos amigos y así lograra llenar ese vacío mediante la lectura o, simplemente, que por mi propia naturaleza estaba destinada a adquirir el hábito de leer, lo cual, llega a resultar poco corriente. He perdido la cuenta de las veces que me han preguntado cosas como: ¿cómo te puede gustar leer? o ¿cómo haces para leer un libro?. Una cosa, por experiencia vital la tengo clara: el hábito a la lectura no se adquiere a la fuerza, tiene que venir genuinamente.
Otra cosa que ocurre es que no nos gusta leer todo lo que se nos pone por encima. A riesgo de caer en el yoísmo, recuerdo que en 1º de Bachillerato nos mandaron como lectura El Asedio de Arturo Pérez-Reverte. No pasé de la página 300 y eso que intenté leerlo, pero me fue imposible. Uno de los comentarios de la mayoría de mi clase (que ni se dignaron a abrir el libro) fue: "mirad si el libro es tan malo que ni siquiera a Begoña, con lo que le gusta leer, tampoco le ha gustado", Y no sólo ocurre con las lecturas obligatorias: yo misma he abandonado lecturas porque, o simplemente me parecían aburridas o porque no me apetecía leer un libro concreto en un momento determinado.