Título: El jinete de bronce
Original: The Bronze Horseman
Autor/a: Paullina Simons
Editorial: De Bolsillo
Calificación: 4'5/5
Sinopsis: Una admirable historia de amor situada en el Leningrado ocupado por los alemanes en 1941.
Leningrado, 1941: la guerra parece lejana en esta ciudad de antigua grandeza, donde dos hermanas, Tatiana y Dasha Metanov, comparten un minúsculo apartamento con su familia. La vida bajo el gobierno de Stalin es dura, pero las privaciones que les esperan ni siquiera son imaginables: el ejército de Hitler está a punto de invadir su querida patria.
Bajo el terror y la dificultad, se esconden la belleza y la esperanza: Tatiana ha conocido a Alexandr, un joven oficial del Ejército Rojo de misterioso y turbulento pasado. Mientras el ejército alemán y el duro invierno cercan la ciudad, los amantes se ven abocados a un amor imposible que puede desgarrar la familia de Tatiana y ser, para Alexandr, tan destructivo como la guerra. Y, mientras tanto, la corriente de la Historia arrasa a su paso el mundo tal y como ellos lo han conocido y amenaza con cambiarlos para siempre.
Hace tiempo, cuando vi este libro, supe que tenía que leerlo y que (seguramente) me iba a gustar. Y la verdad no me equivoqué. Fue una de mis mejores lecturas de 2014 y guardo muy gratos recuerdos de ella.
El libro es la primera parte de una trilogía y está ambientada en Leningrado (actual San Petersburgo) en 1941, justo cuando los alemanes entraron en la URSS, destruyendo a su paso y escenificando uno de los episodios más duros, el asedio o sitio de Leningrado, a su vez se relata la historia de amor entre Tatiana y Alexander y cómo luchan ellos por su amor. El título, El jinete de bronce, hace referencia al poema homónimo de Alexandr Pushkin (el poeta nacional de Rusia), el cual es el preferido de los protagonistas, así como a un monumento de la ciudad.
La novela nos presenta a Tatiana Metanova (o Tania), una joven soñadora, que de repente vive varios acontecimientos que la marcarán: el asedio de su ciudad, su enamoramiento hacia Alexander Belov, un soldado del Ejército Rojo, cuyo pasado le ha dejado secuelas y cómo su hermana Dasha, uno de los pilares de su vida también ama a Alexander y ambos deben mantener su amor sin permitir que Dasha sufra. Otros personajes menores como la familia de Tatiana, dividida entre el amor hacia ella o incluso la indiferencia de lo que pudiera pasarle o Dimitri, otro soldado amigo de Alexander que muestra sentimientos hacia ella y que parece dispuesto a conseguir su amor.
El jinete de bronce es un libro bastante extenso y el lector puede tardar un poco en involucrarse en su lectura, pero merece la pena perseverar porque, en su contexto histórico, está bastante documentado y Simons relata con una crudeza realista las consecuencias del sitio de Leningrado y sabe modelar los demonios de sus personajes a la perfección. Asimismo, el romance entre sus protagonistas no resulta edulcorado y sólo hace que el libro no sea solo una novela romántica, sino que pueda entrar de lleno en la llamada ficción histórica.
Si tuviera que ponerle un pero, sería la visión histórica sesgada que ofrece la autora (y que me temo que se acentúa más en los dos volúmenes siguientes, Tatiana & Alexander y El jardín de verano). Es comprensible su visión conociendo la vida de la autora: su padre fue encarcelado por el régimen soviético, aunque finalmente pudieron emigrar a Estados Unidos en plena Guerra Fría, pero hubiera agradecido, como aspirante a historiadora, una exposición más neutral del conflicto, ya que la voz personal a veces llega a confundir con la propia. Básicamente, los soviéticos podían ser (o eran) muy malos, que castigaban injustamente a su población y los americanos son los buenos y salvadores.
Aún así, no deja de ser una gran novela, adictiva y recomendada para los amantes de la novela histórica o de ficción histórica o incluso a los que gustan de leer novela romántica y quieran adentrarse en otro género y no quieran escoger otro género así de golpe. Los dos títulos restantes, también son para leer, aunque personalmente, el tercero me decepcionó bastante.
vaya apenas terminar la reseña y ver que ya leiste todos jaja.
ResponderEliminarla verdad me huele a que puede estar bien pero en el fondo es un culebrón entonces no sé. Si, los rusos no son santos pero los estadounidenses menos xD
Recuerdo que fue una de las adquisiciones que mi madre hizo en Círculo de Lectores y leyó la trilogía y hablaba bien de ella. Podría ser una lectura interesante desde el punto de vista histórico, es lo que más me atrae. La leeré pronto, estoy seguro.
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