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La Marmota Historiadora: Fotografía Post Mortem (Memento Mori)

14/10/17





Buenas tardes.

Antes que nada, me gustaría daros la bienvenida a la nueva sección del blog: La Marmota Historiadora. Hace unas semanas estaba reflexionando sobre qué contenidos hacer en el blog, ya que muchas veces no se me ocurre cómo escribir reseñas y otras entradas de relleno que suelo hacer y de estas tampoco quiero abusar. Así que mi plan era al menos una vez a la semana (dependiendo de mi constancia) era, además de otras entradas que se me ocurriesen, dedicar un día a algo de divulgación histórica, principalmente de Historia Medieval, Moderna o Contemporánea, pero sobre todo de esta última ya que es mi especialidad, aunque cualquier período sobre que yo pueda hacer algo, es bienvenido (también estoy abierta a sugerencias). Y creo que hoy llega el momento de llevar a cabo esta iniciativa.

Ya he escrito alguna entrada sobre Historia en este blog, pero me gustaría poder hacer un pequeño espacio fijo, aunque la temática de las entradas sería a mi elección, porque he comprobado que imponiéndome un tema concreto, al final no hago nada, mejor que cuando surja, ha surgido, siempre que pueda cumplir la vez semanal. 

Así que hoy, como entrada inaugural, voy a hablar sobre un tema que puede ser delicado, pero creo que es ideal para empezar esta sección pisando fuerte. Es decir, hoy hablaremos sobre....


FOTOGRAFÍA POST MORTEM

¿Y qué es la Fotografía Post Mortem y qué hay detrás de ella? 

En 1839, la fotografía comienza su época, aunque previamente en 1826 se había conseguido la primera fotografía, realizada por Nicèphore Niépce, pero fue su socio Louis Daguerre quien desarrolló más a fondo la fotografía, ya que Niépce falleció en 1833, sin conseguir registrar su invento, de ahí que Daguerre se llevó el mérito sobre su invención. En este vídeo se pueden ver algunas primeras fotografías por año de realización.

Hoy en día con nuestras cámaras y móviles podemos conseguir fotos en segundos, pero en el siglo XIX hacer una fotografía llevaba mucho tiempo, La primera foto de Niépce requirió 8 horas y Dorothy Draper tuvo que mantenerse quieta 20 minutos para que su hermano pudiera retratarla en lo que se conoce como el primer retrato fotográfico en 1840. 

No obstante, realizar una fotografía era más económico que encargar un retrato y, sumado a la mentalidad de siglo XIX, se extendió una "curiosa moda": fotografíar a los difuntos para conservar sus fotografías como recuerdo. Nace así la Fotografía Post Mortem.

En el siglo XIX, la muerte no era vista como un tabú como hoy la vemos: de hecho se veía con mucha más naturalidad y la gente la asimilaba mejor, dentro de los ideales del Romanticismo, todo ello sumado a la elevada mortalidad y escasa esperanza de vida de aquel entonces: unos 40 años. Por otra parte, recordar a los difuntos con sus fotografías suponía una mayor facilidad para recordar al ser que vivió y superar mejor su muerte, ya que, en la mayoría de los casos, esas fotografías eran lo único que se tenía que aquel que vivió y se fue.

the kind of clamp used for standing postmortems.  often hidden inside slits in clothing from the back with attempts made to obscure the base
Una de las formas predilectas de fotografíar
a los difuntos era hacerlo de pie, pero para ello
se requería un aparato especial
(como el de la imagen)
 para poder sujetar al individuo sin que cayera y
poder ofrecer más realismo vital.
Lo normal era llamar al fotógrafo y que éste acudiera al hogar para realizar la fotografía (imagino que transportar un cadáver a un estudio fotográfico no era muy factible), aunque en función del estatus económico, las fotografías eran bastante ornamentadas o eran muy sencillas: algunas simulaban estar dormidos, otros estar en vida y otras tantas ya se limitaban a representar al difunto o en su ataúd o dejando ver explícitamente que estaba muerto. El mismo fotógrafo, o bien podía acudir lo más pronto posible o, si la familia era más bien pobre, podía tardar más días en acudir, aunque eso también dependía de la necesidad de velar a la persona fallecida. En cuanto a la figura del fotógrafo, había estudios especializados en este tipo de fotografías y eran los más solicitados y se obtenía más ingresos con este tipo de fotografías que con una fotografía convencional. 

La elevada mortalidad afectaba más a los niños, ya que eran más vulnerables a las enfermedades y muy pocos superaban la infancia. En las familias con muchos hijos era normal perder a varios y en la Fotografía Post Mortem podemos ver numerosas fotografías de niños, o bien simulando jugar con sus juguetes o dormidos, como si tuvieran un sueño reparador. En ocasiones, sus padres y/o hermanos también participaban en la sesión fotográfica, ya que también era bastante común posar con un difunto en la fotografía. 

Como ya he mencionado, no se debe mirar la Fotografía Post Mortem del siglo XIX como algo tenebroso y macabro, sino que es crucial entender su contexto histórico y las corrientes ideológicas que dominaban aquella etapa para ver lo que había detrás de ella. El concepto de Memento Mori (Recuerda que morirás) estaba presente e incluso se llegaba a esperar a la muerte para superar la vida terrenal, que muchas veces era difícil.


Esta costumbre siguió hasta el siglo XX (aún incluso en cementerios he llegado a ver en las lápidas fotografías tomadas Post Mortem) y con el fácil acceso a cámaras fotográficas fue cayendo en desuso, hasta casi ser inexistente hoy en día, reservándose para personas de alto rango (reyes, papas...), tanto que hoy en día su concepto ha cambiado para nosotros. Con esta entrada pretendo que podáis comprender un poco la mentalidad del siglo XIX y poder entender por qué se realizaban unas fotografías que hoy en día no contemplamos ni realizar. Cada época tenía sus costumbres y  con los años van cambiando y aunque hoy en día podemos poner en duda y criticar, también es importante contextualizarlas y analizarlas, no sólo quedarse con la parte crítica. 

Si os interesa, en la película Los Otros (2001), se habla brevemente de la Fotografia Post Mortem.

DISCLAIMER: Enlaces de interés que me han ayudado a elaborar esta entrada. También contienen algunas imágenes que en esta entrada he obviado poner porque soy consciente que puede herir sensibilidades,  aunque en la entrada he procurador poner un par de ellas que parezcan más vivas y menos explícitas, sin intención ninguna de ofender ni herir a nadie, aunque si estáis interesados en ver algunas más y en detalle, siempre podéis pinchar en los enlaces. Ninguna de las imágenes de la entrada me pertenecen. 

2 comentarios:

  1. Hola, marmotilla:
    Me gusta tu nueva sección.
    ¿Te vamos a poder pedir temas?
    Besotes y mucho éxito.

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  2. Uno de los temas más interesantes del siglo XIX y una gran fuente histórica. Preciosa y curiosa entrada.

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